miércoles, 26 de mayo de 2010

Mi, tu, su, de él, de ella, nuestro, vuestro,suyo...


Qué manía la de necesitar palabras que expresen propiedad,
la posesión de las cosas...
Qué manía la de necesitar ser de alguien o necesitar poseer a alguien...
¿Porqué quieres que las cosas sean "tuyas" o "suyas" o "de ellos"?
¡Piénsalo! no poseo más que la tierra de "mis" zapatos... y ni siquiera es "mía", porque paso a paso la voy perdiendo y me voy impregnando de granos nuevos.
Eso es la vida, el ocho de Escher grabado en linóleo, un ir y venir de circunstancias, hechos, personas y cosas, pero con una diferencia; en este ocho sí hay un final...
Por esto, por "nuestro" final, es mejor si no existieran las posesiones,pero no por el "nuestro" si no por el final de las cosas, porque todo se acaba y si no hay ninguna implicación mayor que la de coexistir... ¡Magia! no hay dolor.
Verdaderamente, esto está lejos de ser la solución...
Pero ojalá que a mi nadie me recuerde desde el dolor, que únicamente me recuerden como algo que coexistió un tiempo en el mismo espacio y que igual que vino se fue, porque así debía ser...
Sin ser de nadie y sin poseer más que "mis" acciones...


lunes, 24 de mayo de 2010

GRRRR

Pasando el mono...