jueves, 2 de abril de 2009

La esperanza

No a causa de la vida,
sino del sobresueldo de leyendas,
de canciones y mitos
que yo necesité para vivir,
aprendí que el invierno con sus lluvias metálicas
no desemboca nunca
en los hoteles de la primavera,
sólo en la flor de otoo
de una pasión cumplida.
Pero el invierno tiene secretos que guardar.
Mientras que la niebla del camino borra
los límites del mundo,
hay luces que se acercan por el retrovisor
como un recuerdo
y me adelantan rápidas en busca del futuro.
No sé , simple cuestión de azar
o tal vez recompensa.
Pero de nuevo ahí
la presentida
luz de abril en los campos.
Luis García Montero.

1 comentario:

Rebeca dijo...

Como me gusta García Montero, y como me gusta que te guste.

=D